Un aspecto esperanzador de la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe: el auge de los pagos digitales.
El comercio electrónico, las transacciones sin contacto y los pagos P2P despegan en las economías impulsadas por el efectivo durante la pandemia.
Los pagos digitales han visto una expansión considerable en América Latina y el Caribe desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Los pagos sin contacto e innovadores servicios de pago P2P (persona a persona) ayudan a reducir el uso de efectivo para transacciones esenciales en persona, mientras que en la región se ha registrado un aumento de las transacciones en las plataformas de comercio digitales. Estos cambios tienen sentido porque el comercio minorista pasó a operar en línea durante las cuarentenas nacionales y los pagos sin contacto ayudaron a los consumidores a protegerse al pagar en persona. Pero otras transformaciones que están ocurriendo en la región demuestran la conveniencia, seguridad y ventajas adicionales de lo digital en momentos de crisis.
Subsidios más rápidos para ganar
Cuando la República Dominicana se encaró a un confinamiento en marzo de este año, Visa, Banreservas (uno de los emisores que participa en el Programa Solidaridad del país) y el gobierno dominicano se enfrentaron a un desafío. ¿Qué ocurriría a las más de 770.000 familias vulnerables del país que se quedarían sin acceso a comida y necesidades básicas durante la cuarentena al perder su trabajo?
Juntos creamos un plan para distribuir el subsidio gubernamental “Quédate en casa” al convertir la tarjeta de identidad dominicana en una credencial de pago, todo ello en menos de dos días.
¿La solución ganadora? Visa creó una credencial de pago virtual integrada por los 6 dígitos del BIN más los 10 dígitos de la tarjeta para que la gente pueda acceder a los fondos en el punto de venta sin tener que visitar un cajero automático o sucursal bancaria. Un beneficiario podría simplemente visitar una tienda, presentar su tarjeta de identificación y el cajero ingresaría manualmente las credenciales de pago (los comercios fueron configurados rápidamente para aceptar los pagos también). La solución está aún evolucionando para incluir más instituciones financieras y emitir tarjetas físicas.
Más de 2 millones de familias guatemaltecas se enfrentaron a desafíos similares para acceder a sus fondos de emergencia del Bono Familia durante la pandemia. Para satisfacer esta necesidad, Visa se unió a una acción histórica de la industria local: El adquirente local de Visa y Visa, el Ministerio del Desarrollo y el Ministerio de Finanzas, once bancos, dos redes de cajeros automáticos y BAC Credomatic se unieron para habilitar la movilización, en un tiempo récord, de 780 millones de dólares en fondos designados por el gobierno. Como parte del mecanismo de desembolso digital, la tecnología de Visa Direct posibilitó la realización de depósitos instantáneos en las cuentas de los beneficiarios del programa de emergencia, permitiendo a las familias guatemaltecas acceder a sus fondos en puntos de venta que acepten tarjetas Visa.
Las transacciones sin contacto dejan su huella
Según un estudio de Visa, los consumidores de América Latina y el Caribe compran productos esenciales en línea, pero muchos de dichos consumidores prefieren visitar las tiendas físicas para ciertos tipos de compras. Ahí es donde la tecnología sin contacto entra en juego. Las tarjetas Visa activas sin contacto se triplicaron en el último año en la región, y mercados como Costa Rica y Chile lideran el camino.
En Costa Rica, más del 55 por ciento de los pagos presenciales se realizan utilizando tecnología sin contacto. La tecnología Tap to Phone de Visa, que se lanzó en diciembre, ha aprovechado este impulso para convertirse en la opción de aceptación preferida para pequeñas empresas. Tap to Phone permite a los comercios de Costa Rica, incluidas las 361.000 microempresas, 20.000 tiendas y tiendas de comestibles, así como empresas no tradicionales tales como mercados de granjeros y taxis, atender a clientes que no llevan consigo dinero en efectivo. Todo lo que necesitan es un teléfono inteligente.
Y está funcionando. Recientemente, el gobierno de Costa Rica reforzó su compromiso con los pagos sin contacto al permitir a los comercios no requerir un PIN, una firma o una prueba de identidad para transacciones de hasta 50 dólares. Esto cubrirá aproximadamente el 85 por ciento de todas las transacciones con tarjeta en Costa Rica.
El impulso detrás del comercio electrónico y los pagos sin contacto en América Latina y el Caribe refleja las tendencias mundiales identificadas en el informe 2019 Global Commerce Unbound Report de Visa. De hecho, el estudio de investigación de consumidores, que cubrió siete mercados en la región, reveló que las experiencias de comercio electrónico y pagos sin contacto eran percibidas como opciones más seguras y saludables durante la pandemia. En los últimos tres meses, los consumidores han preferido usar sus tarjetas de débito (72 por ciento del tiempo) y crédito (63 por ciento) en vez de efectivo (44 por ciento). Los pagos P2P también aumentaron en un 30 por ciento.
Más y más países están adoptando gustosamente la transformación digital que ya ha estado desarrollándose durante décadas, acelerando la inclusión financiera y digital en todo el mundo. Ventajas como protección, conveniencia, velocidad y seguridad benefician a consumidores y empresas, desde microempresas, pequeñas empresas y más allá, en el momento en que más se necesitan dichas ventajas, cambiando la forma en que pagamos y recibimos pagos para un nuevo y mejor futuro.